La moda por las tecnicas orientales

Cuando algo se pone de moda en nuestra sociedad acaba siendo incorporado a numerosas facetas de nuestra vida. Ocurrió con la meditación hace unos veinte años ¿Recordáis cuando empezamos a ver figuras de Buda por todos lados? En las tiendas, en los restaurantes, en los hoteles era casi obligatoria la presencia de la imagen de Buda. Después le tocó el turno al Zen: teléfonos, decoración, perfumes, ropa…la estética zen acaparó los medios y al final el Zen acabó siendo un adjetivo que servía a las modas. Hace unos años le tocó el turno al Mindfulness y aún estamos en ello. Esta divulgación tan extendida tiene sus pros y sus contras. Por un lado está muy bien que se extienda una práctica de interiorización personal en este mundo que quiere hacernos creer que la felicidad hay que buscarla fuera de nosotros. Pero por otra parte cuando la sociedad de consumo absorbe algo, lo devuelve desvirtuado para hacerlo un objeto más, de manera que la mayoría de las veces, su esencia se pierde por el camino.

¿Qué es entonces el Mindfulness y en que se diferencia de la meditación?

La meditación está prácticamente en todas las grandes tradiciones religiosas, tanto las teístas como las no teístas. El Mindfulness proviene de una tradición no teísta, es decir, que no necesita de ninguna deidad ni de ningún intermediario para profundizar en lo espiritual. La gran inspiradora del Mindfulness es la Meditación Vipassana, que proviene del budismo Theravada. Vipassana se puede traducir como “visión profunda” y este tipo de meditación persigue precisamente eso, indagar en los niveles más profundos de la mente hasta llegar a las mismas raíces de la conciencia. Está basada en uno de los sutras (sermones) más conocidos de Buda, “Los cuatro fundamentos de la atención plena”: atención al cuerpo, atención a las sensaciones del cuerpo, atención a la mente y atención a los contenidos de la mente. El título de este sutra en inglés es “The four foundations of mindfulness” y esta palabra se empezó a utilizar tal cual hasta hacerse tan natural como la vemos hoy.

Ésta práctica meditativa va acompañada de un minucioso sistema de rituales, resultado de 2.500 años de crecimiento en las culturas del sur y del sudeste asiático. También toma Mindfulness algunas herramientas de la Meditación Zen, de modo que ambas, Vipassana y Zen han conformado lo que se conoce hoy por Mindfulness. El Mindfulness es entonces una ramificación occidentalizada de estas dos tradiciones desprovista del contexto cultural para hacerlo más digerible al ciudadano occidental. No por ello es menos efectivo, ya que la técnica en sí es prácticamente la misma aunque con algunos pequeños cambios.

El Mindfulness correcto y el erróneo

Como cualquier práctica que provenga de una tradición religiosa ésta tiene un compromiso espiritual del que no debe ser desposeída y este detalle es muy importante para saber de qué estamos hablando. Hay eruditos budistas que diferencian con mucho atino entre el Mindfulness correcto y el erróneo. El que Mindfulness carezca del componente cultural no quiere decir que le deba faltar el componente ético y filosófico que hagan de esta práctica un camino hacia el crecimiento personal y el compromiso compasivo con los demás, lo contrario sería utilizarlo como herramienta para invisibilizar el sufrimiento propio y ajeno a modo de un tranquilizante prescrito para mitigar la ansiedad y el estrés o para mejorar una destreza (por ejemplo, utilizar la Atención Plena para ser un buen francotirador no sería practicar Mindfulness correcto).

En resumen, Mindfulness es una práctica laica que ha demostrado brindar grandes beneficios para la salud, tanto a nivel físico como psicológico que puede ser despojada de su parafernalia cultural pero nunca de su esencia ética y filosófica. Aquí quizás esté el detalle más importante a la hora de reconocer el verdadero Mindfulness. Porque la motivación para una práctica verdadera es inherente al espíritu de esa práctica. Y si esta motivación no es la correcta estaríamos hablando de cualquier otra cosa, pero no de Mindfulness ni por supuesto de meditación.