“Es la conciencia que surge al prestar atención de una manera especial, en el momento presente y sin juzgar.” (Jon Kabat-Zinn).

“Es mantener viva la conciencia en la realidad del presente” (Thich Naht Hanh).

“Saber lo que estás experimentando mientras lo estás experimentando.” (Guy Armstrong).

Mindfulness es la traducción al inglés del término sati de la lengua pali, que hace referencia al presente y conlleva el significado de atención y conciencia. Al castellano puede ser traducido por Atención Plena, o Conciencia Plena, pero yo personalmente prefiero seguir llamándola Mindfulness, porque me sugiere un significado mucho más amplio.

Como has podido leer más arriba, existen muchas definiciones de Mindfulness y todas pretenden decir lo mismo, es decir, estar consciente del momento presente, con atención, aceptación y sin juicio. Cultivar Mindfulness requiere habitar el presente y prestar atención a lo que hay. Es “darse cuenta” en el sentido de apreciar lo que está ocurriendo dentro de nosotros en este momento, en este momento y también en este momento.

 

Mindfulness contribuye a un proceso terapéutico al conseguir que durante su práctica la persona se haga consciente de cómo transcurre su vida, con el piloto automático siempre encendido y llevando un ritmo acelerado que le permita sostener las demandas que la sociedad y ella misma le han impuesto. Este detenerse, tomar conciencia y responder a las situaciones en vez de reaccionar impulsivamente supone un antes y un después en el transcurrir cotidiano que se traduce en una notable mejoría física y mental.

Mindfulness es también una forma de meditación basada en la meditación Vipassana, una práctica con más de 2.500 años de antigüedad que comienza centrándose en la respiración para ir pasando paulatinamente a percibir sensaciones más sutiles. Esta práctica meditativa se organiza en dos categorías, una formal y otra informal. La práctica formal es la que se realiza tumbado o sentado (ya sea en una silla o en un cojín) y consiste en mantener la atención en algún objeto (respiración, sensaciones corporales…) durante un tiempo que con el entrenamiento se va alargando. Las prácticas informales consisten en poner atención en nuestras actividades cotidianas, como lavarse los dientes, comer, fregar los platos, conducir, etc…Estas prácticas son usadas en el programa de Reducción del Estrés MBSR.

 

Mindfulness no es un método de relajación como mucha gente se cree, sino de asentarse de manera relajada y serena en la experiencia que se esté teniendo en el momento presente, lo que a veces puede no ser grato.

Según el Dr. Jon Kabat-Zinn, los fundamentos básicos de la práctica de Mindfulness son:

¿PRACTICAMOS?

Conociendo estos fundamentos parecería que solamente tenemos que comenzar a practicar sin más, pero desgraciadamente necesitaremos de algo más que buenas intenciones. Un serio compromiso con nosotros mismos acompañado de autodisciplina y poner nuestra intención en ello.

Practicar Mindfulness se puede asemejar a apuntarse a un gimnasio, de manera que requiere tiempo, disponibilidad, motivación y constancia. Solo así obtendremos el deseado fruto que nos otorga su práctica. Si cada cual supiera de antemano qué beneficios va a obtener, no dudes que habría comenzado su práctica mucho antes, pero “¡Nunca es tarde si la dicha es buena!” ¿Practicamos?